La NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) han recalculado las previsiones sobre el asteroide 2024 YR4 y han elevado la probabilidad de impacto contra la Tierra al 2,3% para el 22 de diciembre de 2032. Este aumento ha generado atención en la comunidad científica y ha llevado a la ONU a activar por primera vez el Protocolo de Seguridad Planetaria.
El
asteroide, de entre 40 y 90 metros de diámetro, fue descubierto el 27 de
diciembre de 2024 con un telescopio en Río Hurtado, Chile. Desde entonces, su
trayectoria ha sido monitoreada con detalle por la Red Internacional de Alerta
de Asteroides (IAWN).
Los
cálculos actuales indican que el pasillo de riesgo abarca el océano Pacífico
oriental, el norte de Sudamérica, el océano Atlántico, África, el Mar Arábigo y
el sur de Asia. Sin embargo, expertos insisten en que aún es temprano para
determinar con precisión una posible zona de impacto.
La
NASA y la ESA utilizarán el telescopio espacial James Webb para medir con mayor
exactitud el tamaño y la composición del asteroide. "El telescopio James
Webb nos permitirá calcular el diámetro exacto del objeto, un dato clave para
evaluar su riesgo", explicó Richard Moissl, jefe de la Oficina de Defensa
Planetaria de la ESA.
Las
estimaciones actuales sugieren que el asteroide es de composición pétrea y su
tamaño oscila entre los 40 y 90 metros de diámetro. "Si confirmamos que
mide más de 50 metros, el asunto sería más complicado. Si colisiona en una
ciudad o zona densamente poblada, esa área desaparecería del mapa",
advirtió Moissl.
A
pesar de las cifras actuales, los expertos son optimistas y esperan que el
porcentaje de impacto se reduzca a cero entre marzo y abril de 2025. "La
gente tiene muchas ideas erróneas sobre asteroides, alimentadas por el cine de
Hollywood. No todos representan un peligro catastrófico, y la educación en este
tema es clave", enfatizó Moissl.
