La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de paralizar la ayuda militar a Ucrania ha desatado reacciones en cadena, desde la cautela del Kremlin hasta la búsqueda de alternativas en Kiev y el impulso a la defensa europea entre los aliados de Ucrania.
La medida, que detiene incluso el armamento listo para ser entregado desde Polonia, responde al interés de Trump por "lograr la paz" y asegurar que sus socios estén alineados con ese objetivo. La suspensión llega tras una tensa reunión entre Trump y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
El Kremlin reaccionó con cautela pero optimismo, calificando la suspensión como "el mayor aporte a la causa de la paz" por parte de EE.UU. Dmitri Peskov, portavoz presidencial, afirmó que la medida puede empujar al régimen de Kiev a un proceso de paz.
En Kiev, la reacción ha sido de preocupación contenida pero con un enfoque práctico. El gobierno está evaluando qué programas específicos dejarán de funcionar tras la suspensión de la ayuda militar de EE.UU. Ucrania busca alternativas para mantener su defensa y explora opciones con sus aliados europeos para mitigar el impacto de esta decisión.
Los aliados europeos de Ucrania han reafirmado su compromiso con la defensa del país y buscan llenar el vacío dejado por la suspensión de la ayuda estadounidense. Alemania, Francia y el Reino Unido han expresado su apoyo a Ucrania y han llamado a la defensa colectiva.
La decisión de Trump ha puesto a prueba la cohesión de los aliados de Kiev, que ahora buscan llenar el vacío dejado por Washington. La situación sigue siendo tensa y se espera que la cumbre extraordinaria de la UE del jueves en Bruselas aborde este tema.
